Aprender una lengua formando parte de un grupo es el modo más usual y extendido. Y hacerlo en un ambiente de confianza es indispensable. Los alumnos deben incorporarse a un grupo con un nivel homogéneo y horarios definidos con antelación. Cuanto menos numeroso sea el grupo, de más tiempo de participación y de uso de los conocimientos adquiridos disponen sus componentes. Por eso nuestros grupos son realmente reducidos (hasta 10-12 participantes máximo). Porque lo que conviene es que el alumno hable mucho, que practique mucho, que repita mucho. Recuerda que se aprende a hablar, hablando. Las clases en grupo se llevan a cabo en dos días alternos a la semana y tienen una duración de 60 o 90 minutos cada sesión.